Nebulización de alta presión

La nebulización de alta presión se basa en un principio sencillo y natural: la evaporación. El agua se presuriza mediante una unidad de alto rendimiento y, a continuación, se pulveriza a través de boquillas especialmente diseñadas para evitar la formación de gotas pesadas y goteantes. Las finísimas microgotas resultantes son casi invisibles a simple vista. Se evaporan instantáneamente en contacto con el aire caliente, absorbiendo la energía calorífica presente en la atmósfera.

Este fenómeno provoca un rápido descenso de la temperatura al tiempo que mantiene un nivel ideal de humedad en el edificio, evitando cualquier exceso que pudiera dañar la ropa de cama o la higiene.
El sistema está controlado por una caja inteligente (HSDC) que utiliza sensores precisos para controlar tanto la temperatura como la humedad. En función del THI (índice de temperatura y humedad), el sistema de nebulización ajusta automáticamente su frecuencia de funcionamiento: el tiempo de difusión se modula por etapas, definidas en términos de número de segundos de nebulización por minuto. Esto garantiza una refrigeración óptima sean cuales sean las condiciones climáticas.

Por último, el sistema se ha diseñado pensando enlas explotaciones lecheras: fácil de limpiar, resistente al agua y al polvo, y compatible con los ventiladores Cyclone 360° para maximizar la velocidad de evaporación y mejorar aún más el confort térmico de las vacas.