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Bioret Serie Suelo – El bienestar animal, factor de crecimiento económico #9

Ofrecer a los animales el máximo bienestar permite optimizar su rendimiento. En este sentido, al velar por la calidad del suelo, se limita el riesgo de cojeras.
Bienestar de la vaca

Las 5 libertades fundamentales del bienestar animal

Desde la ley del 10 de julio de 1976, que define al animal « como un ser sensible que debe ser colocado en condiciones compatibles con los imperativos biológicos de su especie », el bienestar engloba cinco libertades fundamentales, a las que todo animal debe tener acceso:

  1. No sufrir hambre ni sed, gracias al libre acceso a agua fresca y a un régimen alimentario adaptado;
  2. No sufrir incomodidad, mediante un entorno apropiado, que incluya refugios y zonas de descanso confortables;
  3. Estar libre de dolores, lesiones y enfermedades; el animal no debe sufrir malos tratos que puedan causarle dolor o lesionarle y debe ser atendido en caso de enfermedad;
  4. No experimentar miedo o angustia, disfrutar de condiciones de cría que no introduzcan sufrimientos mentales;
  5. Tener la libertad de expresar comportamientos normales, gracias a un espacio y a equipos adecuados, tener la posibilidad de contactos e interacciones con animales de su especie.

En la cría de ganado, más allá del aspecto reglamentario, el respeto por el bienestar animal es una evidencia. En primer lugar, porque quien elige este oficio lo hace por pasión por los animales. Pero también porque solo los animales que viven en condiciones respetuosas podrán expresar plenamente su potencial genético, en términos de crecimiento y productividad.

La calidad del suelo de las instalaciones ganaderas es un factor de bienestar importante, que actúa tanto sobre el confort, la limpieza y la prevención de enfermedades y lesiones. Las vacas con pies sanos producirán durante más tiempo y serán más fecundas, lo que será beneficioso para los resultados económicos.

Demasiado abrasivos, deslizantes o húmedos, los suelos inadecuados aumentan el riesgo de cojeras. Ahora bien, una cojera cuesta, de media, 250 €, sin contar el tiempo de trabajo adicional para cuidar al animal enfermo. Además, el dolor y la disminución de los desplazamientos provocan una disminución de la ingesta, lo que es desfavorable para la producción lechera. En caso de cojera severa, el instituto de ganadería estima que la disminución de la producción lechera puede alcanzar el 36%. El riesgo de descarte anticipado se multiplica por 5 y hay 15 veces más riesgo de tener problemas de fertilidad. Todo ello supone una pérdida de ingresos para el ganadero.

Invertir en el bienestar, una apuesta segura

Debido a hormigones nuevos pero mal ranurados, las vacas de Patrick Busnot, ganadero de Calvados, han acumulado problemas de pies y cojeras. Ante la magnitud de las dificultades, el ganadero y sus socios decidieron instalar tapetes Magellan. « En una semana, vimos un efecto positivo en los desplazamientos de los animales, recuerda el ganadero. Ciertamente, colocar tapetes representa un cierto presupuesto, pero si tenemos menos cojeras, menos vacas heridas, lo recuperaremos con un aumento de la producción. La comodidad del suelo es aún más importante para las vacas de alta producción. Si queremos que produzcan al máximo, debemos brindarles la mayor comodidad posible ».

En el Gaec Etang de la Roche, en Marsac sur Don (44), se instalaron tapetes Magellan en 472 m2 para cubrir hormigones mal escarificados y resolver el problema de cojeras recurrentes en este rebaño de 180 vacas. « El coste del tapete y del nuevo rascador representa una inversión de 2 céntimos de euro por litro de leche, indica Stéphane Roué. Antes teníamos 80 cojeras al año. Al reducir su número, ahorraremos en gastos veterinarios y ganaremos en leche. Creo que en 2 o 3 años habremos rentabilizado esta inversión ».

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